miércoles, 25 de mayo de 2011

ENTREVISTAS


Jenny es una cartagenera de 23 años, desde sus 18 años vende su cuerpo, nos cuenta que entro al mundo de la prostitución por su esposo que la obligaba y la golpeaba, hoy en día lo hace para poder sostener y sacar a delante a su pequeña hija que esta a responsabilidad de su padre, hace unos años llego a Bogotá, buscando mejores oportunidades, ya que según ella la prostitución el Cartagena no es nada fácil como se aparenta y se muestra, Es una mujer de contextura delgada, estatura media baja. Piel morena y cabello con reflejos. Rasgos turcos, y una docilidad admirable.

Empezó a ganarse la vida limpiando casas y termino como prostituta.

Erika: Qué paso entre Cartagena y tu, porque Bogotá?

Jenny: Todo mundo piensa que allá es todo mas fácil, pero la realidad que para ser una prostituta prestigiosa debes venir de una familia pudiente.

Erika: Qué estudios tienes?

Jenny: Primarios y secundarios. Se redacción y computación, ni tengo mala ortografía. Pero esas cosas ya casi no sirven.

Erika: Tienes hijos, familia, novio, Saben a lo que te dedicas?

Jenny: Tengo una hija de 4 años, en Cartagena, vive con mi ex marido. Me separé, era un enfermo mental (ríe nerviosa). Por ella estoy acá, y hago lo que hago, mi idea es juntar dinero e ir a buscarla y traerla aquí, que hay más oportunidades.

Erika: porque el cambio de limpiar casas a prostituirte?

Jenny: Bueno, Limpiando ganaba menos.

Erika: Si ganaras lo mismo con ambas actividades, con cuál te quedarías?

Jenny: La verdad? Con ninguna. Pero creo que haría las dos, solo que podría elegir con quien acostarme.

Erika: Como es tu vida privada?

Jenny: Casi no tengo, vivo en las piezas que nos sustenta el bar donde trabajo,

Erika: Como es un día normal para ti?

Jenny: Bueno como la noche anterior trabaje hasta tarde, me levanto tipo 10 o 11 de la mañana me baño, arreglo, me maquillo, busco la ropa con la que trabajare ese día, tipo 3 de la tarde ya estoy lista, y salimos con algunas compañeras almorzar a un chucito a la vuelta del bar, donde nos fían el almuerzo y los podemos pagar el fin de semana cuando nos pagan lo que hicimos en la semana, luego nos fumamos un cigarrillo damos una vueltica por ahí de media hora por ahí mismo, porque no nos podemos demorar mucho, a las 5 de la tarde ya debo estar en el camerino lista, esperando que nuestro jefe nos indique que función tendremos ese día, si haremos show en los tubos, en las tarimas, que es lo que nosotras más nos paliamos porque ahí es donde los cliente más nos ven y mas podemos ganar para que nos elijan para que se quieran a costar con nosotras, las que no estamos sentadas en la barra esperando clientes, coquetearlo y esperar cual se quiere acostar con nosotras, eso hasta las 2 o 3 de la mañana, muchas veces a esa hora vamos a rumbear un rato ahí a los barcitos de al lado, pero a veces terminamos tan cansadas que lo único que quiero es dormir.

Erika: Como se relaciona tu vida privada con tu trabajo?

Jenny: No se relaciona. Ni loca. Si mi familia se llega a enterar pierdo mi hija para siempre, creo que me muero.

Erika: Cuál fue el peor momento de tu trabajo?

Jenny: Cuando estaba en la calle, estar parada horas en una esquina, con lluvia, calor y en tacos altos, no es buen negocio. Pero en fin, por suerte encontré entrar a trabajar acá, y es mucho más cómodo, hay baño, una cama cómoda, podemos lavar la ropa, y puedo tener una vida más dignamente, que cuando tenía que pararme en una esquina a ver qué carro me paraba para conseguir un cliente.

Erika: y desde que trabajas acá, no has tenido ninguna mala experiencia, que nunca hallas querido hacer, pero te toco?

Jenny: Si, creo que la peor fue un cliente que me pidió que me orinara en su boca, y otro que me trajo unos plátanos para que me los metiera, porque me quería ver haciéndolo.

Erika: Cuando tienes el periodo, no son días que pierdes trabajo?

Jenny: Nosotras no nos podemos dar el lujo de perder clientes y nuestros jefes no lo permiten, cuando estamos con la regla, nos metemos un pedazo de esponjilla con la que se lava la loza para que el cliente no se de cuenta.

Erika: Cual fue el mejor momento?

Jenny: Un cliente de 21 años. De esos que una piensa que jamás va a comerse.

Erika: Qué es lo que más te piden?

Jenny: Sexo oral y el culo. No sé, les fascina.

Erika: Haces fiestas?

Jenny: Si, Lo único que no acepto es menores y animales.

Erika: Alguna vez te golpearon?

Jenny: Si, el enfermo de mi marido, y un cliente una vez también. Por suerte un tipo que pasaba lo vio, y lo detuvo. Y yo Salí corriendo.

Erika: Cual es el target de hombres que te visitan? Nivel económico, cultural, edad, etc.?

Jenny: Medio y alto.

Erika: Te enamoraste o empezaste a sentir algo más alguna vez por un cliente? Y un cliente por ti?

Jenny: No me paso nunca, pero se de chicas a las que les ha pasado.

Erika: Para qué sirve el sexo?

Jenny: Para comer, todos los sentidos.

Erika: Ingreso promedio que gana?

Jenny: Depende la cantidad de clientes, pero hay semanas donde me va bien y me gano por ahí $1.500.000.

Erika: Gracias Jenny.

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